miércoles, 9 de marzo de 2011

Libertad de prensa y libertad de expresión.

Un ejemplo de perseverancia y decisión en seguir su vocación y sus ideales, es el caso de la tunecina Mabrouka Khedir, periodista de profesión y vocación, que está cubriendo los conflictos en los países árabes y preparando sus informes y reportajes para el canal de televisión alemán Deutsche Welle TV del cual es corresponsal.
Decidió ejercer su libertad de conciencia y de ser humano para hacer aquello que deseaba hacer en su vida. En un reportaje publicado por el diario EL PAÌS, en su edición de hoy, Mabrouka dice: "Cubrir las protestas de Túnez ha sido para mí una experiencia única, algo que creo que va a aportar mucho en mi carrera. Me siento más libre y estoy segura de que ahora voy a disfrutar más de mi trabajo".
Ir a realizar su trabajo, con la cámara al hombro, le implica vestir ropas cómodas y no resulta extraño verla en pantalones y botas yendo al encuentro de su entrevistado o de la noticia que capturará con el lente de su cámara y, que, luego se encargará de editar, redactar y dejarla lista para su emisión. Por lo visto hace un trabajo que le gusta y que es su vocación.
La periodista tunecina ha sabido imponerse en el contexto social que le ha tocado vivir, el cual resulta muy difícil para una mujer, en el que viene desarrollando su labor informativa al poder ejercer, en medio de los conflictos que atraviesan en estos momentos varios países árabes, su libertad de prensa -como periodista- y, su libertad de expresión -como ser humano.
Creo que las protestas que se han desarrollado en diferentes países árabes, en lo que va del año, traerán consigo muchos cambios, muchos de los cuales pasarán a formar partede la historia del periodismo, como es el caso de la periodista tunecina Mabrouka Khedir.

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